El molino arrancó su funcionamiento en el año 1932 de la mano de Ramon Gomà i Albareda y se ha mantenido produciendo ininterrumpidamente hasta hoy en día implicando tres generaciones. El edificio que lo aloja formaba parte de una construcción modernista. Las piedras de granito destinadas a la molturación -las tres del anagrama que forma la marca- que se instalaron entonces, son las mismas que año tras año siguen moliendo las aceitunas todavía.
El dibujo del logotipu es obra de un, entonces, joven Josep Guinovart de Agramunt, población vecina a Cervera, que fue realizado delante de las mismas piedras.
Actualmente la tercera generación mantiene viva esta historia.